martes, 10 de julio de 2012

LO QUE VIENE DEL NORTE (NUEVOS HÉROES PARA NIÑOS/AS)

Jim Smith



Hay una cadena curiosa de quejas en la Literatura Infantil y Juvenil: Argentina (o Uruguay, Colombia, México…) se queja de que hay demasiada literatura para niños procedente de España en su país, España se queja de que se traduce cualquier libro o álbum francés antes que un producto nacional, Francia se queja de que sus novelas y cuentos no son comprados y traducidos por los ingleses. ¿Y los ingleses? Felices, ellos están en la cúpula del edificio de la LIJ, acaparando con su idioma premios internacionales y vendiendo sus productos por todo el mundo, sean lectores africanos, asiáticos o de las Europas y Américas del Sur.

Británicos y norteamericanos marcan pautas literarias que rápidamente se extienden por el mundo mundial, que diría Manolito Gafotas (personaje de la escritora española Elvira Lindo). Sus personajes nos llenan de hamburguesas, sus madres parecen sacadas de un manual de psicopatología, lo mismo que los padres, los profesores y buena parte del elenco de las historias. Dos lanzamientos para el mundo de habla española en este año 2012 dan que pensar y ejemplifican lo que se está vendiendo e imponiendo en los mercados; hablo de Manu Penoso (Barry Loser en inglés) y del Capitán Calzoncillos (Captain Underpants en norteamericano) en una edición de tapa dura, dos personajes lanzados con todo tipo de marketing por la editorial española S.M., esa multinacional de los valores y de la educación religiosa.

Página original
Manu Penoso (Barry Loser en el original) es el personaje principal de No soy un penoso (I Am Not a Loser en la edición londinense), un perdedor (eso es “loser” señor traductor) que no da una en sus aventuras, casi siempre escolares. A su lado el pequeño Nicolás o la pandilla de La guerra de los botones son seres bien educados. Manu está rodeado de seres de estudio clínico que disfrutan con eructos, mocos y babas varias. Un repertorio sobre el que se asientan las historias hasta el gran eructo final producto de ese aprendiz de Fétido Adams que es Darren Darrenofski (Lolo Lolofski en español).

Adoptado el punto de vista “tonto y pueril” (“silly and childish”) que el autor quiere darnos (Jim Smith, un londinense treintañero), el libro se puede disfrutar mucho, sobre todo por los dibujos, mucho más explicativos que los textos, en un humor muy al gusto de pequeños hooligans ingleses. Uno se queda pensando para qué queremos modelos literarios como estos, por mucho que hagan gracia en varios idiomas, y qué será de lectores que solo piensan en beber Chisposa (la marca de gaseosa del libro) y eructar en varios tonos y alientos múltiples, valores cada vez más multiculturales. Ah, sobre la traducción prefiero no hablar porque parece otro texto, a veces con buenos resultados: “Hola, ¿está Cacola?” (de caca: “Is this Poopoo Speaking?”).

(Quien quiera conocer al penoso personaje puede hacerlo en su web: http://www.barryloser.com/ )

El Capitán Calzoncillos es el otro personaje que se ha lanzado al ruedo ibérico y latinoamericano sin ningún miedo. Un libro lleno de dibujos y viñetas, escrito hace quince años por el estadounidense Dav Pilkey (Cleveland, Ohio, 1966) y que promete intriga, acción y risas. Escrito y dibujado en 1997 fue el primer libro de una larga saga de trece libros, con promesas de un decimocuarto el próximo 28 de agosto y un decimoquinto en enero de 2013. Millones de lectores han disfrutado con sus disparatadas aventuras y, al contrario que el anterior, cuenta con un traductor excepcional: Miguel Azaola, veterano mediador de los libros de Roald Dahl.
Pilkey vestido de superhéroe

El protagonista se convierte habitualmente en un héroe en calzoncillos y así va por el mundo. Los causantes y creadores de su figura son dos malévolas criaturas, alumnos de una Elementary School (Escuela Primaria), que parecen dos gamberros sueltos por las calles de una ciudad de Ohio, lugar donde transcurre la ficción literaria en inglés (en español no se sabe pues no se dice y se atisba una mezcla rara: un pueblo o ciudad de Alicante con la bandera del medio centenar de estrellas por todos lados). Una obra que debe mucho a los creadores de los Simpson y cuyo estilo de humor está presente en cada capítulo del primer libro (suponemos que siga en las catorce continuaciones).
Página original

(Puede verse al autor y su obra en: http://www.pilkey.com/ )

Dos libros que lanzan al ruedo literario ejemplos de héroes un tanto estúpidos, con un humor primario y chabacano, casi de caca-moco-culo-calzoncillo. Funcionar funcionan, pero si esto es lo que hay, veremos lo que viene después. ¿Superpedorro? ¿Vómito mágico? ¿El moco superpoderoso? ¿Eructando que es gerundio? El planeta de la LIJ está en crisis... escatológica.